PLANTAS CARNIVORAS

Llamativas y exóticas, las plantas carnívoras son una de las familias vegetales más fascinantes de la naturaleza. Unas matas, casi depredadoras, que se caracterizan por reaccionar ante determinados estímulos externos: los insectos. Estamos ante una peculiar familia vegetal que merece la pena conocer de cerca para poder descubrir lo increíble que puede llegar a ser la vida natural.
Las plantas carnívoras están en la mente de muchos amantes de lo extravagante y, sin embargo, son muchos también los que no se atreven a sembrarlas por múltiples motivos: dificultades de cultivo, su mal entendida peligrosidad e, incluso, por ser de difícil adaptación a un entorno doméstico. Sin embargo, todas estas afirmaciones están en las antípodas de la realidad en cuanto se refiere a los cuidados de estos vegetales.
El hecho de conocerlas a fondo es una forma fantástica de perderles el miedo a la hora de tenerlas en el hogar y disfrutar de dos de sus principales virtudes: el exotismo de su morfología vegetal y su increíble poder de control sobre los insectos, que pueden molestar en nuestra rutina doméstica. 

PLANTAS CARNÍVORAS: CUIDADO
·         No es necesario que alimentes a las plantas, ellas atrapan su propio alimento, a menos que estén en interiores.
·         No les des carne, el exceso del nitrógeno de la carne puede matarlas.
·         NO uses fertilizante en ninguna planta carnívora, aunque la etiqueta diga algo diferente.
·         No todos los principiantes tienen éxito en el cuidado de estas plantas la primera vez.
·         Trata de no tocar mucho la planta, ni manipularla, porque puede ocasionarles mucho estrés y matarla.
·         Corta los tallos cuando alcancen los 5 cm de alto. Si tiene más de 10 cabezas, puedes dejarla florecer, pero si no, cuando florezca se hará más débil y morirá eventualmente.
·         No alimentes a la planta a la fuerza. El exceso de alimento puede matarla, ella come cuando puede, no necesita un horario.
·         Puedes poner muchas Venus atrapamoscas en un solo contenedor. Este tipo de plantas necesitan mucha luz, y crecen mejor al aire libre directamente bajo el sol y protegerlas en la noche durante el invierno si la temperatura llega por debajo de -5 °C.
·         El hábitat natural de las Venus atrapamoscas son los pantanos. Trata de plantarlas en áreas pantanosas para que tengan un crecimiento adecuado, además de exponerlas al sol.
·         Dependiendo del país donde vivas, cambian las condiciones del cuidado de estas plantas. Si vives en un país de clima tropical, mantén la planta bajo techo, déjala en el refrigerador (no en el congelador) de noviembre a marzo en una bolsa de plástico. En esta situación, no necesita riego. Si vives en un país que en el invierno tiene temperaturas bajo 5 °C, entonces puede estar al aire libre todo el año. Es lo mejor para la planta.
·         Las plantas carnívoras no necesitan mucha humedad, porque pueden morir si llega a estar demasiado húmedo.
·         Tampoco necesitan fertilizante, ya que mata sus raíces. En las plantas carnívoras tipo jarra, interrumpe la producción de jarras y la deja inservible como planta carnívora.


  
Los cuidados de las plantas carnívoras no difieren mucho a los de otra mata normal, aunque hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes que marcan la diferencia entre el éxito o el fracaso partiendo de una premisa: no hay que darles de comer. Tendemos a creer que al tratarse de plantas que comen insectos podemos evitar su índole alimenticia administrándoles comida proteica. Sin embargo, esto podría intoxicar a la planta por lo que hay que dejar que sea ella misma quien cace insectos cuando estén en su ambiente.


  Otro aspecto importante a tener en cuenta es que las plantas carnívoras requieren un proceso de aclimatan al llegar a nuestra casa. Para ello, lo ideal es que las trasplantemos en una maceta donde pueda contar con un alto porcentaje de musgo y una menor cantidad de arena limpia o PERLITA. Si esto no es posible, nos inclinemos por un sustrato específico para plantas carnívoras. Debido a sus orígenes, esta especie es poco exigentes en cuanto a la calidad del suelo, hasta el punto de que un sustrato convencional como el que podemos utilizar con otras plantas puede ser negativo para ellas.


Lo normal es aportar nutrientes a nuestros vegetales pero en el caso de las plantas carnívoras no es la prioridad, sino que es mucho más importante que cuenten con musgo en sus macetas.
Hacemos hincapié en la presencia de este hongo porque la mayor parte de esta familia proceden de ambientes pantanosos. Unos orígenes naturales que pautan un aspecto importante de su desarrollo: la necesidad de humedad. Esta familia de matas, especialmente las tropicales, demandan un alto grado de imprecación ambiental que podemos facilitarles tanto cultivándolas en un terrario como aplicándoles agua con un pulverizador.





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