Cactus del desierto
Estas curiosas plantas, originarias de américa y
áfrica, están adaptadas soportar condiciones extremas de temperatura, luz y
sequía. Sus gruesos cuerpos redondos están diseñados para reducir la
evaporación todo lo posible, acumular gran cantidad de agua y realizar la
fotosíntesis.
Las hojas se han convertido en espinas, que tienen diversas funciones disminuir la superficie de evapo-transpiración, actuar como pantalla contra los rayos solares, captar el agua del rocío por condensación y proteger al cactus de los animales herbívoros. Las costillas o engrosamientos verticales aumentan el área útil para la fotosíntesis, reducen la relación superficie/volumen y les permite realizar contracciones y dilataciones por admisión o pérdida de agua.
Cactus del bosque tropical
Las hojas se han convertido en espinas, que tienen diversas funciones disminuir la superficie de evapo-transpiración, actuar como pantalla contra los rayos solares, captar el agua del rocío por condensación y proteger al cactus de los animales herbívoros. Las costillas o engrosamientos verticales aumentan el área útil para la fotosíntesis, reducen la relación superficie/volumen y les permite realizar contracciones y dilataciones por admisión o pérdida de agua.
Cactus del bosque tropical
En su habitat natural son plantas epifitas, es
decir, que crecen sobre los árboles de la selva, en los desechos de las hojas
que se acumulan sobre las ramas. Tienen tallos semejantes a hojas y una
espectacular floración. Les perjudica el exceso de calor y necesitan riegos más
frecuentes que los cactus del desierto. Las condiciones ideales son el calor
moderado y la humedad, por lo que conviene rociarles los tallos de vez en
cuando.
Crasas o suculentas
Tienen una gran variedad de formas y tamaños, las
hay que se parecen a los cactus por su forma globosa y las que parecen plantas
convencionales pero con hojas carnosas. No tienen espinas, pero también son
capaces de almacenar agua durante largos períodos de tiempo y resisten muy
altos niveles de iluminación y temperaturas extremas.
Aloe vera
Aunque el aloe no es un cactus ni una crasa, sino una liliácea, lo incluimos en este apartado por la carnosidad de sus hojas.
Desde muy antiguo se conocen sus excepcionales propiedades terapéuticas. La pulpa del aloe regenera y protege la piel, tiene funciones antisépticas y cicatrizantes, es un anti-inflamatorio, analgésico, antiviral y antitóxico, hidrata la piel y el cabello, calma las quemaduras y picaduras y también se utiliza contra las dolencias artríticas y reumáticas.
Desde muy antiguo se conocen sus excepcionales propiedades terapéuticas. La pulpa del aloe regenera y protege la piel, tiene funciones antisépticas y cicatrizantes, es un anti-inflamatorio, analgésico, antiviral y antitóxico, hidrata la piel y el cabello, calma las quemaduras y picaduras y también se utiliza contra las dolencias artríticas y reumáticas.
CUIDADOS
Riego
La frecuencia de riego depende del tipo de suelo
empleado y su capacidad de retención de agua, así como de la temperatura y
humedad ambiente de cada zona. Unos consejos de riego generales son los
siguientes
A principios de primavera, cuando va desapareciendo
el riesgo de heladas y se observa que la planta empieza a brotar, es el momento
de regar con cierta frecuencia (una vez cada 10-12 días) y se irá aumentando la
frecuencia de los riegos de forma progresiva hasta llegar a los meses más
cálidos, en los que se regará cada 4-8 días, según las zonas. A principios de
otoño se comenzará a reducir la intensidad del riego, realizándose cada 8-10 días
y espaciándolo cada vez más con el fin de ir haciendo entrar en reposo a las
plantas, hasta llegar prácticamente a suprimirlos durante diciembre y enero o,
como mucho, dar un riego suave cada 20-40 días en el período más frío.
- Con temperaturas inferiores a 10ºc no deben
regarse los cactus, porque se pudren.
- Es mejor dar un buen riego que moje todo el
volumen del suelo, que varios riegos superficiales, que no llegan bien a
las raíces.
- Hay que dejar secar bien la tierra entre riego
y riego.
Temperatura
Durante el invierno, los cactus no deben estar en
habitaciones muy caldeadas, puesto que temperaturas de 20ºc evitarían que se
produjera el reposo invernal, que es imprescindible para estas plantas. La
mayoría de los cactus no soportan temperaturas por debajo de los 7ºc. Un punto
muy importante es que no deben coexistir frío y humedad en el suelo o en el
ambiente que rodea a los cactus.
Iluminación
Aunque todos los cactus necesitan mucha
iluminación, no todos soportan los rayos directos del sol.
Como norma general, las especies provistas de pelos, espinas muy fuertes o muchas espinas, requieren pleno sol, mientras que las especies con pocas espinas y las crasas requieren una cierta sombra. La ventilación también es muy importante para estas especies.
Como norma general, las especies provistas de pelos, espinas muy fuertes o muchas espinas, requieren pleno sol, mientras que las especies con pocas espinas y las crasas requieren una cierta sombra. La ventilación también es muy importante para estas especies.
Abonado
Aunque los cactus soportan suelos muy pobres, si se
cultivan en una tierra más nutrida, su crecimiento es más vigoroso y su
floración mucho más espectacular. Una tierra standard para cactus debe tener
porosidad, moderada riqueza de nutrientes, mediana retención de la humedad y ph
cercano a 6. Existen tierras especiales para cactus ya preparadas, que reúnen
todas estas características. También existen fertilizantes formulados
especialmente para cactus, que se deben aportar en los períodos de máximo
crecimiento.
Trasplante
Si la planta deja de crecer, adquiere un mal color
o salen las raíces por los agujeros de drenaje, significa que es necesario
trasplantarla.
La nueva maceta tiene que ser algo mayor que la anterior, pero no mucho más. Para los cactus es mejor emplear macetas de barro o cuencos. Para no pincharse es necesario utilizar guantes reforzados o un trozo de papel doblado varias veces, como indica el dibujo.
La nueva maceta tiene que ser algo mayor que la anterior, pero no mucho más. Para los cactus es mejor emplear macetas de barro o cuencos. Para no pincharse es necesario utilizar guantes reforzados o un trozo de papel doblado varias veces, como indica el dibujo.
En el fondo de la maceta se coloca una capa de
drenaje (tierra volcánica, arlita o gravilla) y una capa de tierra para cactus.
Se introduce el cepellón utilizando los guantes o la tira de papel, se rellenan
los huecos con más tierra y se puede poner en la superficie una capa de tierra
volcánica, que sirve como elemento decorativo y para que la base del cactus no
esté directamente en contacto con la tierra húmeda cuando se riegue.
La mejor época para trasplantar es la primavera, ya
que si se hace en invierno, el cactus puede sufrir un retraso en la brotación.
Después de transplantar no hay que regar hasta que hayan pasado 3-6 días, para
dejar que cicatricen las heridas que se hayan podido producir durante la
operación.
PLAGAS Y ENFERMEDADES
Cochinilla
algodonosa
Es la mayor plaga que sufren los cactus y crasas.
Son insectos que chupan la savia de la planta y están recubiertos de una
especie de algodón blanco, que en realidad son ceras que protegen a la
cochinilla de los insecticidas y hacen más difícil su eliminación. Se deben
quitar con un algodón empapado en un producto anticochinillas.
Araña roja
Es un ácaro que produce una decoloración en la
planta, confiriéndole un color bronce. Produce diminutas telas de araña y se
desarrolla en condiciones de alta temperatura y baja humedad, por lo que se
combate rociando toda la planta con agua y aplicando después un acaricida.
Putrefacción
Está producida por hongos, que se desarrollan
cuando la planta está debilitada porque ha tenido demasiada humedad en las
raíces o ha sido cultivada en un sitio fresco y húmedo o ha sufrido quemaduras.
Si la parte superior de la planta todavía presenta un aspecto saludable, hay
que eliminar las raíces muertas y aplicar un fungicida, cambiando el cactus a
otra maceta con una mezcla de arena y tierra para cactus en partes iguales.
Diseño de un jardín de cactus en miniatura
El recipiente que se elija podrá ser de cualquier
tipo o material, pero siempre debe tener orificios de drenaje. Lo más adecuado
es un recipiente no muy alto y lo suficientemente ancho para que quepan
distintos cactus y otros elementos decorativos. En el fondo hay que colocar una
capa de drenaje y encima tierra para cactus.
Hay que tener en cuenta cual va a ser el punto de
vista los cactus más altos se colocan en la parte de atrás y se crean puntos de
atención utilizando, por ejemplo, un cactus más alto y llamativo rodeado de
cactus o crasas más pequeños y colocando en los bordes de la maceta crasas que
tiendan a colgar, como por ejemplo el sedum. Antes de plantar los cactus
conviene colocarlos en el sitio que hemos elegido para cada uno de ellos para
ver el efecto. Hay infinidad de formas y tamaños de cactus y crasas que,
combinándolos con otros, realzan su particular atractivo.
Para que nuestro paisaje de cactus adquiera un
aspecto más desértico, se pueden colocar piedras o trozos de raíces o ramas
secas y retorcidas que encontremos por el campo. Existen gravillas de distintos
colores y tierra volcánica para finalizar el arreglo.
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